viernes, 30 de marzo de 2007

Confianza

(De confiar).
1. f. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.

La confianza, quizás el asunto más espinoso sobre el cual puedas conversar con alguien. Y además, el tema que no puede ser disociado de ninguna discusión acerca de las relaciones humanas. Desde la diplomacia de alto nivel, hasta la pareja simplona de bachillerato, todas las interacciones humanas tienen sus cimientos en la confianza, o tienen algo que ver con ese concepto. Si un concepto es complicado de discutir, o de emitir opinión, es precisamente el de confianza.

Pero me acordé de algo, leyendo algo, en alguna parte. Me acordé de cómo establecí mi código de confianza. Y gracias al ligero recordatorio, estructuré mis guías morales y mentales para poder escribirlas, y por tanto, compartirlas. Siempre me pasa lo mismo, pienso en tantos niveles, (y eso de pensar en varios niveles, ya lo desarrollaré otro día, para explicar de qué va), que luego no puedo expresar correctamente lo que quiero explicar.

Para mí, la manera más sencilla de tratar de entender la confianza, si alguien no posee la habilidad de leer mentes, lo cual comprime aproximadamente al 99 y algo (obviamente se infiere 100) por ciento de la población mundial, es juzgarla de una manera comparativa.

¿Por qué?, ¿Por qué no simplemente preguntar, por ejemplo?. Porque debido a la naturaleza personal del concepto de confianza, es necesaria la confianza para aceptar un supuesto nivel de confianza alegado por otro. Es decir, el viejo laberinto de ¿Crees que puedes creerle?. ¿Confías en que confía en ti?. Es que la fidelidad de los datos acerca de la confianza se basa en la misma confianza que tengas sobre la veracidad de los mismos, lo cual crea un círculo lógico tan estúpido como irresoluble. (Aquí empieza el rollo).

De acuerdo a mi código propio, la única confianza que puedo medir es la mía propia, es la única que puedo sentir, es la única que puedo cualificar y cuantificar (Los humanos no tenemos polígrafo incorporado, ni portátil). Para saber acerca de la ajena, necesito confiar en la palabra de otro. "Confiar acerca de la confianza".

Supongamos que pregunto a alguien si puedo confiar en él. Ese alguien puede decirme que sí, y estar mintiendo, (de hecho, necesitaría un grado de confianza para creerle) o decirme que no y todavía estar mintiéndome (aunque las finalidades prácticas de esto último son singularmente más raras). Es más, la probabilidad más alta es que alguien no digno de mi confianza me diga que sí puedo confiar en él. Por eso las mentiras, las traiciones y las decepciones son el pan de cada día del género humano. Simplemente nos es imposible definir en quién, cuándo, cómo, y qué tanto confiar.

Tampoco por actos puedo definir mi confianza en alguien. A cualquier persona le ha pasado que alguien que siempre te ha ayudado te traiciona tus esperanzas justo en el momento en que más confiabas en él/ella. No importa cuántas veces alguien te haya probado ser confiable, tiene las mismas posibilidades, o probabilidades matemáticas de fallarte o traicionarte, que un extraño. Cada elección es un nuevo escenario independiente con millones de variables nuevas. Es decir, que en teoría, en papel, mis amigos son tan confiables como la persona que acabo de conocer. Además, cuando un extraño me traiciona lo puedo esperar, ¿Pero de tus amigos, tu familia, tu pareja?, el daño hecho es considerablemente más elevado para cualquiera.

¿Entonces, cómo tener una idea mínima de en quién confiar? Es más que obvio que nunca voy a encontrar un método perfecto, (ni siquiera el polígrafo sirve), pero debía existir una manera de realizar alguna aproximación, por vaga que resultara, y que no estuviera basada en percepciones tan vagas como la "lectura del lenguaje de los gestos", u otras cosas no exactamente efectivas.

Mi código de confianza se basa en que el único dato que puedo establecer de manera fija y segura es el coeficiente de mi propia confianza, pues es parte de mi mente, y soy completamente consciente del mismo. Ahora bien, me dí cuenta que la única manera de obtener una aproximación a la confianza que puedes depositar en otros es comparándola con ese dato, mi propio coeficiente de confianza.

Simplemente, antes de preguntarme ¿Puedo confiar en él/ella, qué tanto puedo hacerlo?me pregunto a mí mismo, ¿Puede él/ella confiar en mí, qué tanto, en qué medida?. Esa respuesta la obtengo fácil, es algo natural saber qué tanto puede confiar una persona en ti, y puedo confiar completamente en mi respuesta, (a menos que me esté mintiendo a mí mismo, en cuyo caso no debería confiar en nadie como punto de partida).

"Probablemente yo lo sacaría de un problema si representara un pequeño o ningún sacrificio, o le guardaría un secreto mientras que no me vea yo implicado, o alguien que me importe, y si quedara un solo trago de agua en el desierto para los dos jamás se lo cedería", es una respuesta coherente y que ejemplariza el proceso. Siempre me coloco en situaciones hipotéticas y mido exactamente qué tanto alguien puede confiar en mí de acuerdo a mis posibles reacciones. Esa respuesta es mi coeficiente de confianza, qué tanta confianza puede alguien en específico, en un momento en específico, colocar en mí. Es bastante corriente que descubra, cómicamente, que por lo general la persona que más puede confiar en mí lo hace muy poco, y que la que lo puede hacer muy poco lo hace mucho. Por supuesto, yo tengo muy clara la pregunta que se hace el otro acerca de mí, pero él tiene muy claro qué tanto puedo a su vez confiar yo en él.

Tras obtener el dichoso coeficiente, simplemente se lo aplico a la otra persona, invirtiendo los roles, modificándolo de acuerdo con las posiciones ocupadas por cada uno, tomando en cuenta las variables importantes que cambian en ciertas relaciones no simétricas (como padre hijo, jefe empleado, profesor alumno, mujer hombre). Es decir, nunca confío en una persona más de lo que esa persona puede confiar en mí. Me parece tonto engañarme a mí mismo. Si yo soy capaz de cortarle la garganta a esa persona mientras duerme, esa persona es perfectamente capaz de hacer lo mismo, y no debo dormir con ella. Si yo soy capaz de manipular a alguien, ese alguien está en la misma posición con respecto a mí, y podría estar haciendo lo mismo. Si no me duele en lo absoluto mentirle a alguien, probablemente a ese alguien tampoco le duele mentirme.

Es quizás colocar la confianza en un lecho de Procusto, donde adapto la moral de otros a la mía propia, pero se sorprenderían de qué tan efectivo es el método. Al menos, cuando suceden, las traiciones o decepciones ya no me sorprenden. Cabe destacar que para aplicar este sistema necesité de un alto grado de adaptación, de mimetización y de capacidad de juzgar el carácter de otros para balancear los roles de las personas involucradas en cualquiera que sea la relación que mantengan. También les recomiendo que aprendan a conocerse muy bien. Mientras mejor se conozcan mejor conocerán a sus congéneres.



WARNING CUIDADO AVERTISSEMENT ACHTUNG AVVERTIMENTO
警告 предупреждение AVISO 경고 WAARSCHUWING

Este método no es utilizable para determinar el nivel de confianza en personas inestables mental o emocionalmente, cuyas reacciones sean completamente irracionales, coherentes, o impredecibles. En ese caso, se recomienda no confiar en absoluto en esas personas desde el principio.

3 comentarios:

eusucre dijo...

¨Nunca confiare en una persona más de lo que esa persona puede confiar en mí...¨

Una vez más se confirma eso de que, al final, todo está en uno!

Sandra dijo...

Lo interesante no es tu sistema, que según sé es como el agua tibia; lo interesante radica en el motivo detrás de la acción...

CM dijo...

La probabilidad más alta es que alguien no digno de mi confianza me diga que sí puedo confiar en él. Por eso las mentiras, las traiciones y las decepciones son el pan de cada día del género humano.
A cualquier persona le ha pasado que alguien que siempre te ha ayudado te traiciona tus esperanzas justo en el momento en que más confiabas en él/ella.
Además, cuando un extraño me traiciona lo puedo esperar, ¿Pero de tus amigos, tu familia, tu pareja?, el daño hecho es considerablemente más elevado para cualquiera.
Si no me duele en lo absoluto mentirle a alguien, probablemente a ese alguien tampoco le duele mentirme.
Solo difiero en la ultima, uso tus mismas palabras, and you know what i mean