Hoy toqué tus ojos ámbar y madera
Vi tu olor que el aire deslizaba
Degusté toda sombra que tronaba
Acaricié tu voz silvestre de palmera
Y no creí en la silueta de tu aroma
Ni escuché la textura de tus pasos
Adivinando el sabor de tus ocasos
Y rozando tu risa policroma
Rehusé sentir el color de tu mirada
Me negué a seguir tocando tu sonido
A seguir oliendo un gusto colorido
A oír el perfume a piel velada
Pues mis oídos captan tu apariencia
Y mis ojos vibran con tu brisa
Mis manos ya conocen tu sonrisa
Y mis boca reconoce tu cadencia
lunes, 26 de febrero de 2007
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